Sin medidas de salud contra posible contagio de coronavirus, el pasado 9 de mayo y después de tres décadas, en El Barrio de Techachalco, menores representaron la “Danza de las niñas” en presencia de sus madres que lo hicieran hace 30 años y demás familiares, rescatando así una de las tradiciones olvidadas en Acaxochitlán, y que algunos habitantes pretenden rescatar.

En entrevista con Arturo Castelán, cronista de este municipio, comentó que esta danza de la época de la conquista, se representaba hasta hace 30 años, principalmente en los barrios de la cabecera municipal durante la fiesta del Señor del Colateral, aunque también se realizaba en las comunidades de San Pedro Tlachichilco y San Francisco, donde se conoce en su lengua como ichpócatl tótotl.

“Se le dio el nombre ‘de niñas’ porque casi todas las participantes son niñas, quienes portan un vestido blanco, velo y una sonaja con excepción de un pequeño varoncito que completa la coreografía, representando el papel de Hernán Cortés, que viste de rojo con un paliacate atado alrededor del torso y otro en la cabeza, además de portar también un bastón y una espada de madera”.

La coreografía fue rescatada por algunas de las mujeres que en el año 1990 la bailaron, y que hoy enseñaron a sus hijas, cada una en sus casas, para presentarla solamente ante sus familiares, ya que no se pudo hacerlo en la festividad del Señor de Colateral, como parte del rescate cultural que los habitantes desean realizar de sus costumbres.

El entrevistado explicó que, en la cabecera municipal la vestimenta era muy parecida a la usada en San Pedro; la diferencia consistía en dos listones, uno rosa y otro azul, que se colocaban en la sonaja y alrededor de la cintura de las niñas.

“La Malinche usa una blusa bordada del tipo de las de la comunidad de San Francisco, paliacate rojo cubriéndole la cabeza y una sonaja envuelta con otro paliacate. El Cortés vestía por entero de rojo, tal como sucedía en San Pedro, en San Francisco las niñas portan falda de franela con faja de telar de cintura, blusa bordada y quechquémitl, que es la vestimenta de uso cotidiano en la localidad.

Por último dijo que las tres danzas son acompañadas por sones interpretados con violín y guitarra sexta.

“Interpretan la música mientras un capitán lleva unas varas de chichicaxtle con las que amenazaba pegarles en los pies si no bailaban bien”, concluyó.

Respecto a que en este evento faltaron medidas para prevenir algún contagio de coronavirus, el entrevistado consideró que esto se debe a que en el poblado existe escepticismo sobre la enfermedad, pese a las recomendaciones que han girado autoridades municipales y el párroco del lugar.

EL DATO

30 años tenía esta danza en no ser escenificada en la comunidad