En Nopala de Villagrán, se producen diferentes tipos de vino: rosado grenache, tinto cabernet y blanco colombard, los cuales han tenido reconocimientos internacionales en Guanajuato, México en Valladolid, España, donde obtuvieron la medalla de plata debido al equilibrio entre acidez y aromas.

Después de muchos experimentos de pruebas y error que tuvimos nos dimos cuenta que la tierra de Nopala es óptima para este tipo de proyecto, informó el vinicultor Felipe Magaña.

Hidalgo es apto para la plantación de la uva, en una misma superficie el suelo tienen diferentes estructura, pero mientras cumplan con la hora sol y la horas frío que requiere la vid, se puede cultivar, dijo.

Una manera de compensar de que no estamos en la franja del vino, fue con la altura, tenemos 2 mil doscientos 40 metros sobre el nivel del mar en Nopala. En Hidalgo los microclimas permiten la práctica de la vinicultura, comentó.

Además el vino ocupa menos agua para producir en comparación con otras bebidas como la cerveza o el refresco. La vinicultura genera mucha derrama económica a través del turismo, por que es importante la inversión pública, informó el vinicultor.

Cada región vinícola tiene un microclima, una radiación, un viento, una humedad, una flora y una fauna, ese microclima hace que el perfil de vino de Nopala sea único, explicó.

Cabe mencionar que el vino moderadamente es benéfico para nuestro cuerpo.

El negocio del vino es un proyecto a muy largo plazo, a diferencia de otros estados, el gobierno de Querétaro apoya mucho a los vinicultores, porque genera turismo.

En Hidalgo hemos tenido el respaldo de la secretaría de Turismo y en medida de sus posibilidades del ayuntamiento de Nopala, finalizó el vinicultor de Nopalteca.