Murmullos y Sabores de la Laguna de Tecocomulco

Se trata de un libro que busca revalorar la gastronomía local

Por Gustavo Vargas

  · martes 6 de noviembre de 2018

Platillos como el consomé de hueva de carpa y ancas de rana son de las recetas que se pueden encontrar en el libro. / Foto: Cortesía

ALTIPLANO DE HIDALGO.-Presenta Miguel Ángel Monroy, cronista y funcionario municipal “Murmullos y Sabores de la Laguna de Tecocomulco”, se trata de un libro con el que se busca revalorar la gastronomía, pero también la flora y fauna entorno de uno de los humedales más importantes del país.

La obra creada por el actual titular de la Dirección de Arte y Cultura, refirió, busca rescatar la cocina lacustre, es decir, la que se crea empleando como principales elementos aquellos que se consiguen entorno a los lagos y otros cuerpos de agua.

A través del texto, el escritor da cuenta de la vida cotidiana en este sitio, con lo que busca no solo rememorar el pasado de esta localidad, sino también, dijo “Fomentar el sentido de pertenencia y exaltar la memoria histórica”.

“Murmullos y Sabores de la Laguna de Tecocomulco” es un libro para revalorar a la mujer de estas comunidades, y un agradecimiento a mi madre, que como muchas otras se las ingeniaron para elaborar la comida con la que nos alimentaba”.

Señaló que en el documento busca reflejar esa transmisión de las manos y la mente de las mujeres en las que, aseveró, sus sentidos les dicen cuánta sal, cominos, epazote debe llevar la comida.

Explicó que a manera de dedicatoria escribió un verso, el cual dedica a su madre: “Aún veo esa casa llena de flores, oigo a mi madre en su cantar, barre aquel patio, tierra y rocío, la ropa limpia quiere volar, te llevo en mí, y soy forma de tu parte, de tu cuerpo, te llevo en mí. Si aprendí sobre tu palma a hacer camino, a hacer recuerdo, te llevo en mí, porque tienes el principio de mi mundo, te llevo en mi, soy pintura derramada por un rumbo”.

Refirió que desde hace algunas décadas cada 24 de junio, se creó la tradición de que los patios se debían tener muy limpios y que, para esta festividad, El Día de San Juan, los niños eran enviados por flores de Chicalote para decorar estas áreas, día en el que además era de buen augurio cortarse el cabello.

“El libro es un pretexto para hablar sobre este recinto ecológico en el Altiplano, que contribuye entre muchos aspectos a regular el clima y a albergar flora y fauna, de la cual mucha es endémica, mientras que otra como una especie de pato viaja miles de kilómetros desde Canadá y Estados Unidos”.

Por último, refirió que de la mano de la Secretaría de Cultura, hasta ahora el libro ha sido llevado a municipios como: Chilcuautla, Tlahuelipan, Emiliano Zapata, Tlanalapa, Otumba y la capital del estado.


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