Tepehuacán de Guerrero, Hgo.- Autoridades de la comunidad de Tamala, señalaron la grave contaminación que persiste del río Claro y que pasa por su centro poblacional, donde todos los días son arrojados líquidos y aceites que salen de la compañía minera Autlán de Otongo, donde a la fecha los directivos de esta empresa no han podido hacer nada para remediar este problema ambiental.
El Comisariado Ejidal de la comunidad de Chinconcuac-Tolago, Faustino Romero Silva, aseguró que ellos viven a no más de un kilómetro de distancia donde explotan todos los días el manganeso, aunado a que desde las calderas se desprenden fuertes olores que llegan hasta su localidad, por lo que ha generado diversas enfermedades respiratorias en la población.
Romero Silva dijo que no conforme con dañar la salud de la ciudadanía, además sus techos de lámina y sus cercas de alambre de púas en poco tiempo empiezan a oxidarse, pues sí pasa con este tipo de fierros, ahora que no pasara con el cuerpo humano de las personas que cada día se ven más perjudicadas con esta minera.
Explicó que otro de los daños generados por los directivos de esta compañía privada, es que de manera continua explotan dinamita en el subsuelo, lo que ha provocado severos daños estructurales en cientos de viviendas y que a la fecha no se han reparado, donde están a la espera de poder recibir los materiales de construcción.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana, en su informe dado a conocer a este diario advierte que es urgente la construcción de plantas tratadoras de aguas residuales, la cual busca la separación del manganeso a partir de minerales de baja ley (15-25%), mediante lixiviación y recuperación Hidrometalúrgica.
