ATITALAQUIA.- Una caravana de madres centroamericana llegó la Casa El Buen Samaritano buscando datos sobre el paradero o rastro de sus hijas e hijos migrantes que desaparecieron a su paso hacia Estados Unidos, señalando que México aplica un endurecimiento de políticas para frenar la migración.
Ellas realizan su decimoquinta búsqueda en la ruta migratoria del estado de Chiapas a la frontera de norte, recorrido de 5 mil kilómetros que iniciaron el 15 de noviembre, arropadas, como cada año, por organizaciones civiles y religiosas, entre ellas la red de Casas de Migrantes.
Llegaron con un retraso de tres horas, por lo que el activismo se restringió para dar paso a una misa de acción de gracias en la parroquia y al terminar se trasladaron a Bojay, donde a orilla de la vía férrea se localiza la casa de asistencia a los migrantes.
Este año las madres y familiares que hicieron el viaje, y la coordinadora Martha Sánchez, coinciden en tener sentimientos encontrados.
Por un lado, aseguran, ven un panorama de mucha incertidumbre para la Caravana y los migrantes, debido a que el gobierno mexicano ha fortalecido políticas de contención y criminalización que generan exclusión de las personas migrantes, en un momento en que en varios países de Centroamérica se registran crisis que fuerzan la migración.
Y por otra parte, refieren están muy contentas que a lo largo de la travesía puedan llevarse a cabo al menos tres reencuentros de madres con sus hijos y hermanos con hermanas. Hasta el viernes se habían registrado ya dos reuniones, en Tuxtla y Coatzacoalcos, y una más, dijeron, se esperaba ocurriera ayer sábado en el estado de Querétaro, en Tequisquiapan, entre doña Reyna Margarita, una madre hondureña, y su hijo Santos, quienes no se ven desde hace 32 años.
Las madres dijeron que con este recorrido además de buscar a sus hijos e hijas, hoy más que nunca intentan hacer conciencia en el pueblo mexicano de que los migrantes no son criminales, son seres humanos que tienen familias y que muchos se ven forzados a dejar sus casas y sus vidas por la violencia que priva en sus países.
Tras coordinar acciones para ampliar su búsqueda, así como difundir su mensaje para crear conciencia entre los mexicanos sobre las causa la migración, la Caravana ayer partió a Querétaro.