La Feria del Guajolote en su quinta edición se llevó a cabo en La Floresta de Tulancingo, y en próximos días habrá de darse a conocer si la derrama económica que se proyectó a un millón de pesos, se consolidó.
Las mesas estaban llenas de comensales, quienes disfrutaron de la gran gama de guajolotes.
La receta ha rebasado fronteras, no solo se hacen en esta ciudad, donde surgió en diciembre de 1940, de acuerdo con el extinto cronista de la ciudad Mario de la Fuente Márquez, sino que se sabe, en otros estados se ha replicado este gusto.
“Tengo 15 años vendiendo en la Adolfo López Mateos y hago de muchas variedades, decidí estar en la feria para que la gente que viene de otros lugares los disfrute”, señaló Victoria García.
Describe el antojito: “Es una telera que lleva frijoles con dos enchiladas rojas o verdes con queso y cebolla, además el platillo adicional que solicita la gente, como chicharrón, los “especiales” (alambre), choriqueso, pierna, huevo, pollo, salchicha, moreliana, tinga, queso, entre otros; siendo los más solicitados durante el fin de semana.
La venta de guajolotes se desarrolló dentro del Segundo Festival “Pueblo Con Sabor”, con el objetivo de potenciar la gastronomía como producto turístico, aunado al apoyo para quienes tienen su fuente de ingreso basado en la alimentación.
Mujeres, principalmente, fueron las que cocinaron este platillo, y de igual forma algunas ofrecieron tamales fritos, sopes, tacos dorados, ponche y café. También se observó a varones haciendo tacos de suadero y bistec.
Desde temprana hora y hasta el anochecer se observó significativo movimiento en el corazón de la ciudad.
Se estima que acudieron unas 18 mil personas tanto avecindadas en Tulancingo como de municipios aledaños.