“Si hubieran puesto un niño en la presidencia hubiera hecho más”, subrayó Amanda Castro, empresaria de la región Tula, tras asegurar que el alcalde, Manuel Hernández Badillo para nada se ha parado en la zona donde se ubican los comercios afectados.
La propietaria de la Plaza Regina, detalló que ella tiene 17 locatarios que resultaron severamente afectados por el desbordamiento de los ríos Salado y Tula ocurrido el pasado martes. Las pérdidas, afirma, pudieron haberse evitado si los comerciantes hubieran sido notificados a tiempo, pero no fue así.
“Durante viernes, sábado y domingo hubiéramos vaciado todo, pero nadie nos avisó, no se vale”, dijo la mujer de 74 años que ha vivido toda su vida en Tula y desde que tiene memoria no había ocurrido un siniestro como el que hoy tiene a la región colapsada.
De acuerdo con Castro, el alcalde no ha visitado a los locatarios que perdieron su patrimonio pese la cercanía de la sede del ayuntamiento. “El presidente no hizo nada, ni ha venido, no tiene cara para venir aquí, creo que ya lo corrieron”, recalcó.
Ella, junto a su familia y ciudadanos solidarios tuvo que realizar las labores de limpieza de los locales de sus inquilinos e incluso padeció complicaciones para que dejaran ingresar una pipa necesaria para realizar las faenas.
Con Amanda Castro, coincidió Felipe de Jesús Arteaga, otro empresario, quien realiza sin ayuda la limpieza de su negocio de juguetes y peluches que registró pérdidas que rondan los 250 mil pesos. Él también reprochó que nadie les notificó del peligro que corrían y ahora demanda a las autoridades que no se olviden de los damnificados.
“No se la responsabilidad hasta donde abarque, pero nadie nos informó, en 10 minutos llegamos caminando a la presidencia y pese a la cercanía no hubo informes de nada”, recalcó.