La rabia humana por mordedura de fauna silvestre es una enfermedad mortal que se transmite por animales como vacas, caballos, borregos, cabras, cerdos, murciélagos, zorrillos, coyotes y mapaches.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), el último caso se presentó en 1997, en el municipio de Tezontepec de Aldama y el último caso de rabia canina fue en el 2009 en Tizayuca.
Sin embargo, el virus sigue circulando en la fauna silvestre, afectando primeramente a gatos, lo que representa el riesgo latente de la transmisión de este virus a humanos.
Es por ello que la SSH lanzó una campaña digital para prevenir que los casos regresen a la entidad, entre las medidas que destacan se encuentra que piden no consumir carne de animales enfermos, evitar como mascotas a los animales silvestres y en caso de mordedura de estos animales, lavarse las manos con agua y jabón y acudir inmediatamente a una unidad de atención médica.
Otra de las estrategias en contra de este virus, es la vacunación antirrábica de perros y gatos, especialmente en comunidades donde autoridades sanitarias identifican que hay mayor riesgo por la fauna existente.
Así como espacios verdes como parques, grutas, reservas nacionales y sitios donde se realicen actividades de ecoturismo, senderismo y otras al aire libre, pues el tipo de fauna silvestre puede transmitir la rabia.
Anualmente, se aplican 800 mil dosis a perros y gatos domésticos dentro de las jornadas que iniciaron en 1990. A nivel nacional, son 17 millones de dosis antirrábicas aplicadas al año.