A pesar de que es notorio el incremento de personal de seguridad en las instalaciones de la planta cementera La Cruz Azul Hidalgo, cientos de trabajadores, mujeres y hombres, tienen temor de que pueda ocurrir algo como lo que aconteció el pasado 27 de abril, cuando hubo una trifulca colectiva afuera de la factoría, la cual dejó ocho personas fallecidas, millonarios daños materiales y varios detenidos.
Tan solo ayer en la mañana, varios vigilantes de seguridad resguardaban el interior y exterior de la cementera, localizada en el centro de la Ciudad Cooperativa Cruz Azul, en Tula, y algunos de ellos traían armas de fuego largas.
Además que varios automotores, algunos de grandes dimensiones, bloqueaban la calle principal que conduce hacia la mencionada fábrica que labora las veinticuatro horas del día.
Incluso, en el acceso principal de la planta fue instalada una malla metálica de protección.
Un trabajador que solo dijo llamarse por seguridad Juan “N”, expresó ayer que son aproximadamente mil quinientos trabajadores de la planta cementera La Cruz Azul Hidalgo que laboran diariamente con la inquietud de que vuelvan a llegar los presuntos disidentes en cualquier momento, como ocurrió el pasado 27 de abril de este año.
El informante precisó que a raíz de los pasados hechos, el personal de esta factoría ya tomó las medidas necesarias y aparentemente contrató más personal de seguridad privada que resguarda las instalaciones de la empresa, día y noche, donde hay un aproximado del setenta por ciento de producción de cemento hasta el momento.