Para Paulino Guillermo Candelaria Flores, quien es maestro de educación física en un preescolar, la pandemia expresa, le complicó la vida, pero también le dio la posibilidad de explorar nuevas maneras de enseñar, aprender habilidades, así como la oportunidad de confirmar que los niños aprenden cosas complejas sin interactuar con su mentor de manera presencial y presenciar cómo la educación dio un salto para avanzar aceleradamente por un camino que ya tenía trazado, en la carretera virtual.
Candelaria Flores comenta que comenzó su carrera en escuelas del Valle el Mezquital hace más de 28 años y desde 1997 trabaja para el Centro Educativo Cruz Azul, en el nivel preescolar, donde daba clases estructuradas para mejorar la psicomotricidad.
“Pero con la pandemia, se dio un cambio muy brusco”, refiere.
Platica que cuando se decretó el confinamiento, al principio la manera de tener acceso a los alumnos era a través de un grupo de WhatsApp con los padres, donde daban instrucciones por escrito, después comenzaron a enviarles videos, donde les planteaban situaciones pedagógicas y les pedían que las imitarán y los padres tenían que enviarles evidencias para la evaluación.
Migraron después a las plataformas digitales, primero una privada para enviarles videos, sin posibilidad de que hubiera interacción y después comenzaron a usar Zoom y a dar clases virtuales.
La temática de las clases, presentó otro reto, pues como los alumnos y sus familias estaban confinados tuvieron que plantear actividades que pudieran realizar con los materiales que tenían disponibles en casa.
Por ejemplo, pidió que con cinta adhesiva trazaran en el piso un avión para que los niños salten, las sillas de la casa las utilizan para formar túneles y practicar el gateo, por encima o debajo y los sillones también se usan para los juegos o prácticas para desarrollar la motricidad.
El maestro Memo como todos los conocen, dice que los meses pasado se tuvo que someter a un aprendizaje acelerado de las tecnologías digitales y aunque antes de la pandemia fue de los primeros maestros en México que tomó el curso de la plataforma Clasroom y eso le ayudó un poco, al principio era la locura, porque batallaba para dar las clases
Comenzó por usar el Zoom, y refiere que no podían compartir pantallas, porque las instrucciones vienen en inglés, por lo que se tuvo que dar a la tarea de traducirlas. Hoy ya da sus clases por Zoom, Clasroom, Uno I y Tecman y ha desarrollado formularios y está produciendo videos.
Comparte también que era poco habilidoso para capturar datos y el encierro le permitió aprender a utilizar, de forma autodidacta, herramientas de cómputo para capturar las calificaciones, pero también experimentó con fórmulas matemáticas para calcularlas, tomando en consideración muchas variables, para que la calificación que otorga sea más acorde al rendimiento de los niños.
Memo refiere que no tenía en mente que en algún momento de su vida tendría que dar clases de educación física, virtuales, a sus pequeños alumnos, y le ha sorprendido ver cómo este sistema de enseñanza virtual ha resultado conveniente para la mayoría, pues logran interesarse, siguen instrucciones a distancia sin problema y contó que sus alumnos, por ejemplo, han logrado aprender actividades complejas como saltar la cuerda o formar un cubo con palitos y plastilina.
El egresado de la escuela Superior Miguel Hidalgo, de Progreso de Obregón concluye señalando que leyó un artículo que refiere que con la pandemia la educación avanzó, dio un salto de al menos dos años, teoría con la que dice concuerda.
Y explica que, si bien hay universidades prestigiadas a nivel mundial como Harvard, que ya tienen programas que no son presenciales, había aun poca aceptación, pero esta experiencia con el confinamiento ha dado la certeza, que es posible una educación virtual en cualquier nivel educativo.
