Las avispas pertenecen a la misma familia de las abejas, y también son un importante grupo de polinizadores que permiten el crecimiento del fruto de las higueras, mismo que es muy común en esta época del año en el valle de Tulancingo.
En los sistemas de producción agrícola, las avispas como polinizadores son vitales para la reproducción de los cultivos, mientras que las especies parásitas se usan como agentes de control biológico de plagas.
El término avispa se define normalmente como cualquier insecto del orden de los himenópteros y del suborden apocrita, en pocas palabras, que no es ni una abeja ni una hormiga.
En general, las avispas son parásitos o parasitoides como larvas, y se alimentan de néctar solo como adultos. Muchas avispas son depredadores de otros insectos, utilizados como alimento para sus larvas, lo que permite el control de ciertas plagas en los cultivos.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en el mundo existen más de 197 mil especies descritas de abejas, avispas y hormigas, por lo que son el tercer grupo más diverso de insectos después de los escarabajos y mariposas; en México existen seis mil 313 especies descritas.
Son pocas las especies de avispas que pueden transportar de manera efectiva el polen y por lo tanto contribuir a la polinización de varias especies de plantas, siendo polinizadores potenciales e incluso eficientes.
Por ejemplo los higos, estos insectos son los únicos polinizadores de esta planta, y por lo tanto son cruciales para la supervivencia de las plantas donde habitan.