TULA DE ALLENDE, Hgo.- ”Es muy difícil vivir en el mundo de las drogas y la calle pues además que sufro emocional y físicamente la gente me malmira y comencé a drogarme porque me sentía solo, ya que desde los doce años de edad vivo en la calle luego que mis padres fallecieron y lo agarre como refugio”.
Así lo aseguró, ayer, el joven Amaury Jaret, quien vive en las calles de Tula y que ahora quiere dejar los estupefacientes, pues ya no quiere sufrir sino cambiar su vida.
El entrevistado expresó que desde hace años comenzó a fumar mariguana y conoce diversas drogas como son la “piedra”, “perico”, PVC y el cristal.
“Ahora quiero salir de este mundo en que vivo porque deseo estar bien conmigo mismo y que las personas me tengan confianza. Quiero cambiar mi vida y echarle ganas en el trabajo, además de seguir estudiando ya que solo curse el primer año de secundaria”, mencionó el muchacho de veinte años de edad.
Refirió que tras fallecer sus padres, comenzó a vivir en la calle donde vendía dulces para sobrevivir.
Ahora, dijo, lava automóviles y gana de entre ciento cincuenta a doscientos pesos diarios y cuando le va bien hasta cuatrocientos pesos.
Amaury Jaret señaló que con el trabajo tiene la mente ocupada y ya no utiliza los estupefacientes de forma continua.
“Mi meta es poder rentar un cuarto para tener un lugar seguro para dormir y poder asearme diario, además de comprarme ropa nueva y seguir practicando el deporte que me gusta que es el futbol soccer” precisó el joven.
Finalizó diciendo que cada que puede aconseja a los jóvenes que conoce a que no ingresen al mundo de las drogas, ya que además de hacer mucho daño físico y mental, destruye vidas a largo tiempo.