La infancia en Centros de Reinserción Social (CERESO) en Hidalgo, se vive de manera diferente en comparación al exterior; niñas y niños tienen que estar tras las rejas, con sus padres, al no contar con redes de apoyo, en su mayoría.
En seis de las 15 cárceles que funcionan en la entidad, hay 20 infantes que conviven principalmente con sus mamás, en sus primeros tres años de crianza, de acuerdo con información obtenida en la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad (SSPH).
En otros años, hay festejos no solo para ellos que viven con quienes les dieron vida, tras las rejas, sino para muchos de los infantes que están afuera esperando a que sus progenitores cumplan una sentencia, y que llegaban a acudir a verlos para que los celebraran en su Día del Niño; en esta ocasión no se realizará por las medidas aplicadas ante la emergencia.
No disfrutarán de los payasos, de los abrazos, de los besos y las bendiciones que sus mamás les den.
La pandemia, modificó todo, incluyendo no solo que no haya visita jueves y domingos en los centros penitenciarios, sino igual celebraciones. Será un Día del Niño, diferente. Y en próximas fechas hasta un 10 de Mayo, también distinto.
De manera desglosada, Pachuca registra diez pequeños (cinco salieron y tienen la posibilidad de estar con sus familiares hasta terminar la contingencia de Covid-19); en Tula, cinco; en Ixmiquilpan, dos; Molango, Huasteca y Tulancingo, uno en cada CERESO. Once de ellos tienen menos de un año, ocho de un año, y uno de dos años. Cabe citar que en el centro penitenciario de Pachuca hay una estancia infantil, donde los niños realizan actividades lúdicas, estimulación temprana y educación inicial por parte de la Secretaría de Educación Pública, (SEP).
De hecho, en el dormitorio general, del área femenil, hay una zona especial para mujeres privadas de la libertad que tienen hijos menores de tres años; en donde se ubican dos madres con sus hijos por dormitorio, informó la SSPH.
Los menores son cuidados por sus papás, sobre todo la madre, quien juega un papel importante. Además, algunas de sus compañeras internas, se dedican a la crianza de los niños, ayudan de manera importante.
Privilegiando el bien superior del niño, se logra que la crianza sea hasta los 3 años, pero después de esa edad tienen que salir de ahí, y entonces la familia tiene que hacerse cargo de ellos.
La edad permitida para permanecer con su madre en reclusión, se deriva de una jurisprudencia de la Corte, se informó en la SSPH.
EL DATO
Siete son niños y 13 son niñas.