TULA DE ALLENDE, Hgo.- Tras el frustrado intento del grupo disidente de socios para ingresar a la planta cementera de Hidalgo de la Cooperativa La Cruz Azul, desde la noche del miércoles, durante la madrugada y hasta todo el día de ayer reinó una ficticia tranquilidad en el lugar.
Pero la disputa está lejos de solventarse, pues los dos bandos de cooperativistas, se conoció, buscan a toda costa obtener el control de la fábrica.
Luego del enfrentamiento registrado el miércoles, afuera de la planta cementera, cuando los disidentes encabezados por el presidente del Consejo de Administración, José Antonio Marín, intentaron ingresar a la planta, la calma regresó ayer a Ciudad Cooperativa Cruz Azul, pero la zozobra persiste.
Los disidentes argumentan que están dispuestos a hacer valer su derecho de administrar las empresas de la cooperativa, incluidas las plantas de Hidalgo y Oaxaca, y tomarán posesión de ellas, incluso con apoyo de la fuerza pública.
Pero los socios de la coalición, que dicen tener mayoría, ya les dijeron que no lo permitirán y los están conminando a que convoquen a una Asamblea y rindan cuentas.
Ayer las actividades de producción y venta de cemento se realizaron con cierta normalidad, aunque en el cambio de turno, a las 7 horas, el grupo que hace guardia en los accesos a la planta y que han venido respaldando a Guillermo Álvarez, no permitió el ingreso a la planta a algunos socios y trabajadores identificados con la disidencia.