TULA DE ALLENDE, Hgo. Marisela Grijalva Jiménez denunció que, presuntamente, el Director del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tula, está violentando los derechos de las personas en reclusión. Acusó que su hijo se rehusó a pagar una cuota de tres mil pesos semanales por el espacio donde elaboraba artesanías de madera y en represalia le trasladó el 24 de mayo pasado, a un penal federal, en Durango.
Explicó que su hijo, subteniente de artillería del Ejército, ha enfrentado un largo proceso judicial pues tiene ya diez años recluido en el Cereso de Tula sin que hasta el momento haya sido sentenciado.
Fue acusado, indicó, de varios delitos que se le han ido quitando. Y ahora solo enfrenta los de secuestro y homicidio que no le han podido probar, porque pudo acreditar que el día que ocurrieron los hechos que se le imputan, se encontraba en servicio en otro estado.
Pero sigue recluido porque se le arrancó a base de torturas una confesión inculpándose y porque no tiene recursos para pagar un abogado porque lo han estafado varios.
La entrevistada aseguró que originalmente seis personas fueron acusadas junto con su hijo, pero todos ya fueron exonerados, menos él, porque se ha percatado, al parecer hay personas interesadas en que no recobre su libertad.
Pero además a esa injusticia se le suma, expuso, que el director del Cereso de Tula está abusando de su autoridad en complicidad con los custodios para exigirles a los internos y familiares fuertes cantidades de dinero para no maltratarlos, dejarlos trabajar o que tengan teléfono. Aseguró que esa es una práctica recurrente de los directivos que llegan, pero el actual los presiona más.
Marisela Grijalva comentó que están buscando que regresen a su hijo a Tula, porque se violaron una vez más sus derechos procesales y humanos.
“Porque el abogado dice que aquí tiene que seguir su proceso, pero además del traslado no se le notificó a mi hijo ni al juez.
El director lo hizo de manera unilateral, pero además argumentando que es una persona de riesgo, que vende drogas, lo que no es cierto. Él trabaja para mantener a su esposa y sus cuatro hijas”.
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Dijo que el miércoles intentó ingresar un oficio al director del Cereso de Tula y nadie se lo quiso recibir, por lo que lo llevó a Pachuca.
“Yo dije que iba con todo. Hoy vine a ver al diputado de Tula, pero voy a ir a todos lados. Ya envié oficios a muchas partes, también al presidente Andrés Manuel López Obrador, porque él dijo que no va a tolerar la corrupción. Y no puede tolerar la corrupción que hay en el penal. Y en el caso de mi hijo el traslado no se hizo de acuerdo a las leyes. Hasta el domingo ningún Juez de Control le había notificado el traslado”.