VALLE DEL MEZQUITAL, Hgo.- La añeja tradición de preparar platillos con flores silvestres de temporada se intensifica en esta Semana Santa: son ricas, naturistas y veganas las múltiples recetas preparadas por hombres y mujeres hñahñus.
Desde hace dos semanas comenzaron a crecer las flores típicas de la región para la comida de los habitantes en El Valle del Mezquital.
Al menos se tienen detectadas las flores de gualumbos, garambullo, de palma, sábila como del quiote de maguey: “una gama amplia para disfrutar de los alimentos en estos días de abstinencia por la Semana Santa”, expresó doña Margarita Pérez mientras compraba flores de garambullo a una mujer indígena en el tianguis de Ixmiquilpan que se les conoce localmente como “chantas”.
Esta vendedora dijo llamarse Marcelina Montes, quien entre palabras de español y hñahñu explicó que desde las 6 de la mañana salió de su casa para cortar las flores y traerlas frescas a sus clientas.
Anticipó que no corta todas las flores del garambullo siendo parecido a un árbol que sus ramas son como cactus tipo órgano cubierto espinas negras, “dejo flores en la mata para que después se desarrolle el garambullo y yo pueda seguir vendiendo. Debo madrugar para ganarle a los pájaros porque ellos les gusta este fruto y maltratada la flor o el fruto no me lo compra la gente”.
La venta de cualquiera de estas flores se hace con la medida de una sardina con el valor de 10 a 15 peso.
Doña Margarita Pérez mencionó que tanto los gualumbos, como las flores de palma puede freirse con cebolla fileteada, “su sabor es fino, delicado, suave que su sabor resalta entre menos condimentos le pongan”.
Por ejemplo, mencionó que las flores de garambullo también se preparan crudas en tortitas de huevo acompañadas de una salsa verde, “pero hecha en molcajete, para que sepa”.
Agregó: “aquí en Ixmiquilpan y en los municipios cercanos podemos encontrarlas sin problema. Tengo 78 años comiendo cada año estas flores y mi salud es buena. Tenemos esa ventaja de obtener alimento cerca de casa, siempre y cuando las cuidemos, sin matar la mata”.