ALTIPLANO DE HIDALGO.- Falcon, un perro mestizo, semejante a la raza Pastor Alemán, llegó hace poco más de doce años acompañando a un estudiante al Instituto Tecnológico Superior del Oriente del Estado de Hidalgo y desde ese día, se hizo la mascota de la universidad, quien lo despidió como todo un grande sepultándolo en la zona arbolada del plantel.
Compañero de decenas de generaciones se le permitió el ingreso y la estancia a finales de la década del dos mil, cuando en ese entonces fungía como rector del plantel Gerardo Téllez Reyes.
Según relatan algunos docentes y profesionales egresados de esta casa de estudios, la mascota se ocultó por varios días en el predio, hasta que se oficializó su estancia cuando el entonces representante del plantel se percató del afecto que se había ganado no solo de los estudiantes, sino también del personal docente.
Fue entonces, que, como un padre de familia, aceptó que se quedara, pero siempre y cuando la comunidad estudiantil se hiciera responsable del can, fue de esta manera que los jóvenes apoyaron con su alimentación hasta que anteayer fue hallado sin vida, donde se especulan como posibles causas de su muerte, su avanzada edad.
Falcon vivía afuera de la caseta de vigilancia en el acceso al instituto, y justo antes de que iniciara la pandemia se había decido adoptar de manera oficial a tres canes más, quienes llegaron al plantel para hacerse amigos del ahora extinto.
Tras su fallecimiento el Instituto decidió construir un espacio donde los tres perros que quedan tengan sus bebederos y espacios para su descanso y de esta manera continúen con la labor que Falcon venía desempeñando, acompañar a los encargados de la seguridad del plantel en sus rondines.