TLAXCOAPAN, Hgo. “La comunidad Doxey del municipio de Tlaxcoapan es conocida a nivel nacional por su mayor fabricación de ataúdes para el país, por lo que pedimos se construya un parque industrial en el terreno donde iba a ser la refinería Bicentenario, ya que los fabricantes usan diversos solventes y requieren un espacio grande y ventilado, pues diariamente su salud está en riesgo, y este sitio que está abandonado podría ser una buena opción de lugar de trabajo para ellos”.
En esos términos se expresaron, ayer, los fabricantes de dichos productos fúnebres, Marcelino Tamaturgo Moreno y Cristóbal Vargas Fuentes, quienes solicitaron que autoridades gubernamentales correspondientes volteen a esta localidad tlaxcoapense, donde se ubica una parte de lo que iba a ser la fallida refinería que inició en proyecto durante el sexenio del ex presidente de México, Felipe Calderón y fue cancelada de manera definitiva durante la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto y únicamente se construyó una barda perimetral en el lugar.
Acompañados de Aristeo Martín Hernández e Israel Arciga Flores, directores de las áreas municipales de educación y cultura y deportes, respectivamente, los entrevistados señalaron que bien se podrían utilizar y aprovechar las aproximadamente setecientas hectáreas que se localizan en el polígono que comprenden los municipios de Tlaxcoapan, Atitalaquia y Tula de Allende, que se encuentran abandonadas desde hace más de diez años.
“En promedio por mes aquí se fabrican como veinte mil ataúdes en aproximadamente trescientos talleres que existen en la comunidad Doxey y los productos fúnebres se van a diferentes estados de la República Mexicana y un promedio de mil ataúdes se exportan a los Estados Unidos de Norteamérica” indicaron Marcelino Tamaturgo y Cristóbal Vargas.