La madrugada de este jueves, 58 personas (13 familias) fueron trasladas al Auditorio 1 de Abril, improvisado como albergue, en Santiago Tulantepec; paulatinamente durante el transcurso del día, fueron llegando más.
Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores subieron a patrullas, en madrugada, ante el inminente riesgo de la fuga de gasolina que se presentó en la zona conocida como El Charco, en Texcaltepec.
Por esa comunidad atraviesa el ducto de PEMEX, Tuxpan – Azcapotzalco, uno de los puntos dicho por el gobierno federal, que ha sufrido sabotajes tanto en la perforación clandestina como por el escamoteo de combustible.
Hasta el momento, se desconoce de manera oficial qué originó la fuga en este punto limítrofe de Santiago y Cuautepec, sin embargo, vecinos refieren que vieron cómo salía combustible, alcanzando hasta 15 metros de altura.
El olor, añade Rita Hernández, una de las madres de familia albergadas– originaria de Ventoquipa- comenta que era insoportable.
Permaneció durante toda la madrugada, despierta con temor, ante el rumor de una una posible explosión, “fue una pesadilla y me preocupó mucho por mis hijos, tal vez la contingencia pase, pero qué será de nosotros si esto sale más de control, ya no podemos dormir en paz; regresar a casa se ha convertido en un peligro”.
De hecho, ante la contingencia se suspendieron clases en Santiago Tulantepec, en las primarias, Hipólito Muñoz, Martín Urrutia, Emma Godoy, Centro Escolar, así como en el Cecyteh, Centro Educativo del Estado de Hidalgo, preescolares y secundaria federal.