En Tulancingo, Jaime Díaz, uno de los 3 mil 550 ex encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Hidalgo, aseguró que se les rescindió su contrato, quedando a deberles pagos.
En entrevista, dijo encontrarse contrariado por la forma en que se les informó la finalización de su relación laboral con el instituto, y porque no se les cubrió parte del pago de su trabajo.
“Prácticamente me corrieron sin previo aviso”, aseguró.
Añadió que esa medida fue aplicada a todos los que desempeñaban trabajo de campo.
“No sé cómo quedaron los que estaban en la oficina, pero a todos los encuestadores simplemente nos dijeron que ya no trabajaríamos por la situación del Covid-19, pero nunca se nos advirtió que no nos pagarían ni la última quincena que ya habíamos laborado”, dijo.
Por último, comentó que los dejaron en una situación difícil que se complica con la escasez de trabajos por la contingencia sanitaria.
“Algunos ya contábamos con ese dinero, para el gasto familiar”, concluyó.
En el portal del INEGI, se muestra un acuerdo de suspensión de plazos y términos legales, en el que se determina que del 30 de marzo al 19 de abril los días son laborables, sin que corran los plazos y términos legales, reduciendo, como medida de prevención, al máximo posible la presencia física de su personal, optando por el modelo de trabajo en casa; en tanto que la fase de captación y trabajo en campo podrían suspenderse o cancelarse, sin determinar la situación contractual y de pago de sus trabajadores.
EL DATO
3 mil 500 personas laboraron como encuestadores de INEGI en Hidalgo