En Tlahuelilpan guardan luto por “El Esquititos”

Hugo Godoy, murió en el incendio en San Primitivo y no ha sido repatriado aún.

ROSALÍA MALDONADO

  · domingo 5 de mayo de 2019

TLAHUELILPAN.- Aunque era Guatemalteco Hugo Antonio Godoy de León, conocido como El Esquititos, vivió y convivió con los tlahuilpenses y también murió entre ellos al incendiarse una toma clandestina en San Primitivo el pasado 18 de enero, por lo que la comunidad le ha arropado y le guarda luto y avivan su recuerdo, mientras su cuerpo aún está en la morgue en Pachuca.

El procurador Raúl Arroyo González, informó en entrevista en enero pasado, que la cónsul de Guatemala en México, Sandra Lorena Molina Morales, se comunicó con él para externarle las sospechas de los familiares de Hugo Godoy, que este habría sido una de las víctimas del incendio, por lo que se inició una carpeta de investigación por desaparición de persona.

Ello fue posible conocerlo, porque amigos y vecinos del Esquititos, que lo ubicaron en el sitio, se preocuparon por buscarle en hospitales y en la morgue tras registrarse el incendio y dieron aviso a sus familiares.

En medio de su propio dolor, como es ya del dominio público, que los restos de Hugo Godoy son los únicos de las 135 víctimas mortales que permanecen en la procuraduría. Sus amigos y conocidos, que no son pocos, están al pendiente que sean reclamados y repatriados, lo que según personal de la Procuraduría ocurriría en estos primeros días de mayo, pero el alcalde Juan Pedro Cruz Frías estima podría suceder hasta junio.

Mientras eso sucede hay constancia del aprecio que se le tenía.

En la zona cero del incendio del 18 de enero, donde las familias de las victimas construyen un memorial hay una cruz negra con su fotografía, que da cuenta que fue una víctima y que lamentan su muerte.

Y en las calles que recorrió durante al menos ocho años, vendiendo cócteles de fruta por la mañanas y esquites por las tardes y la noche a bordo de una motocicleta, también ha quedado constancia de ello en un mural que pintó un artista local en una barda, en el que dejó constancia de la dedicatoria a su memoria, su edad, 39 años, la actividad que realizaba y que “Tlahuelilpan es tierra de trabajo”.

El mural se hizo el 24 de enero, en el lugar conocido como Las Viborillas.

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