Tras el operativo realizado el 25 de septiembre del 2018, en la Central de Abastos de Tulancingo, se acordó que se respetarían los espacios al frente de los 107 locales comerciales existentes.
Hoy en día, la realidad es otra, ya que los locatarios invaden aceras y parte del las calles.
La mayoría de los propietarios de los negocios, colocan extensiones de sus negocios, impidiendo el paso de los compradores que tienen que caminar casi a media calle.
“Se ha convertido en una central de Abastos sin ley”, dijo en entrevista Isabel Meneses, comerciante de este centro de abasto y quien forma parte también de la comisión representativa de los mismos.
Aseguró que se trata de un grupo quienes, posteriormente al operativo, casi de manera inmediata volvieron a colocar sus puestos afuera de sus locales, incumpliendo el acuerdo verbal, realizado de buena voluntad, entre los comerciantes y la oficina de reglamentos.
Algunos usuarios dijeron que a pesar de que muy pocas personas son las que aún entran con sus autos a realizar sus compras, el caos vial y peatonal aún priva en esta zona, debido al espacio que ocupan los mismos locatarios con sus puestos y vehículos.
“Casi se salen hasta media calle. Cada vez ocupan más espacio y dejan menos espacio para los carritos de carga y para que caminemos; deberían pensar en eso”, dijo Alma Rosa Ortuño.