Al menos una decena de propietarios de obradores (rastros) de pollo, ubicados en colonias Guadalupe, Arboledas, La Cruz y Adolfo López Mateos de Tulancingo, están en la mira de autoridades locales, ya que ha habido constantes denuncias, principalmente, por malos olores, ruido y contaminación de suelo.
Los matanceros no deben incurrir en polución al entorno, pero sí deben contar con contrato de recolección de basura, permiso de descarga de aguas residuales, bitácora de fumigaciones, así como evitar verter residuos, sobre todo excremento y vísceras, al drenaje, dijo Arturo Santos García, director de Medio Ambiente.
Agregó que tampoco deben arrojar líquido hemático y agua fuera del establecimiento o vía pública. Y, los depósitos de pollo deben contar con las medidas de higiene y protección para evitar la emisión de plumas y partículas a la atmósfera.
Entre las medidas, igualmente están: No dejar vehículos estacionados al exterior de los establecimientos para evitar que generen malos olores, por el constante traslado de los pollos vivos y los que han sido sacrificados para su venta.
Indicó el funcionario: “éste es el inicio de diversas acciones a desarrollar en el año”
Tienen que cumplir en corto plazo el cumplimiento de varias medidas para evitar contaminación al entorno, objeto de regulación por parte de Medio Ambiente.
“El propósito es que quienes se dedican al sacrificio y manejo de pollo puedan trabajar en un marco de orden”
Tras la entrega de notificaciones, la dirección de Medio Ambiente programará un nuevo recorrido a fin de cotejar que los aspectos referidos se cumplan en la práctica diaria.
En caso de que los manejadores de pollo no atiendan el exhorto a regularizarse, serán sancionados conforme lo establece el Reglamento para la Protección al Medio Ambiente del municipio de Tulancingo de Bravo, Hidalgo.
En el marco de estas visitas a obradores, también se conforma un padrón a fin de tener ubicados domicilios y predios donde se realiza esta actividad.