El primer Pueblo Mágico de México, Huasca de Ocampo, goza de una popularidad firmemente allegada a la misticidad y fantasía gracias a una particular característica: es uno de los sitios en el país que cuenta con presencia activa de duendes, o al menos así lo dicta la creencia popular.
Aunado a ser la sede del Museo de los Duendes, este municipio hidalguense internado en el bosque de la Comarca Minera fue uno de los puntos de comercio más importantes para la Nueva España y luego para la industria minera británica, una de las posibles explicaciones del porqué de la abundancia de estos seres mitológicos.
El origen de la creencia de los duendes en Huasca
De acuerdo con información otorgada por el director de Cultura del municipio, Arturo Copca, quien en el pasado también fungió como trabajador en el Museo de los Duendes, el origen de la creencia llegó con las diligencias de las empresas británicas que arribaron a Hidalgo a mitad del siglo XVIII.
"Cuando llegaron los ingleses, trajeron sus duendes con ellos", cuenta.
Aunque desde antes la región de Huasca ya era objeto de leyendas gracias a la reputación e influencia del Conde de Regla (la persona en su momento más rica de la Nueva España y fundador del Monte de Piedad), la aparición de duendes se concretó hasta que los ingleses se asentaron.
Sin avistamiento de aluxes o duendes mexicanos
"En Huasca no se han visto duendes mexicanos como aluxes, todos los avistamientos son de la versión del duende inglés, con gorrito y en algunos casos barba", relata Copca.
Dijo que en ese sentido tuvo mucho que ver que la demarcación sirvió además de centro de extracción de minerales, como un punto de almacenamiento y distribución en haciendas, a diferencia de otros municipios del Corredor de la Montaña como Omitlán y Real del Monte.
¿Los duendes son amigables o maléficos?
Es así que llegamos "a lo que nos truje": ¿los duendes que habitan Huasca son buenos o malos? Pues de acuerdo con el experto, no hay registros de que las criaturas de aquí sean de mal espíritu.
Aunque sí son muy juguetones y traviesos ya que les encanta esconder las cosas a la gente o confundir a quienes exploran los bosques, jamás han dañado a alguien.
Copca dijo que personas de diferentes partes del país acuden a ellos para pedirles favores nobles como amor, salud o dinero.
Hasta el momento, no se sabe de altares o sitios que busquen la ayuda de duendes maléficos, aunque precisó que sí existen en otras latitudes y pueden interceder para cometer atrocidades.
Es común que los duendes huasquenses escondan las cosas de las personas que visitan el río para lavar o bañarse, o que lo hagan al interior de los hogares.
También se sabe de casos en que han trenzado la crin de los caballos e incluso de algunas mujeres, pero no cometen dichos actos en perjuicio de los habitantes.
"La gente los escucha riéndose como si fueran niños, más cuando van al río o andan en el bosque. Son juguetones, pero jamás nos han hecho daño", abundó.
Y es que en la cosmovisión local, se entiende que son criaturas que llegaron para convivir en armonía con el bosque, pues se cree que están en sintonía con los árboles comunicándose con ellos a través de sus hojas y raíces.