SAN SALVADOR, Hgo.- Con un fuerte abrazo dieron el último adiós a Leobardo en el panteón de Xuchitlán, cómo símbolo del reconocimiento comunitario. La localidad es indígena, se rige bajos usos y costumbres, donde los funerales se llevan a cabo a muy temprana hora.
Esta ocasión no fue la excepción, pues en punto de las 6 de la mañana salió el cortejo fúnebre rumbo al cementerio. Fue velado en la plaza principal de la comunidad, donde la familia fue arropada por habitantes de las siete manzanas que integran El Valle de Xuchitlán.
Leobardo resultó lesionado en el enfrentamiento con policías estatales, en la parte trasera de Palacio de Gobierno, después de marchar por avenidas principales de Pachuca en exigencia al cumplimiento de obras pactadas con antelación.
Esa mañana del 1 de junio ingresó al Hospital General de Pachuca delicado de salud. El martes 15 de junio, la familia recibió la noticia de la defunción.
A pie de la tumba, familiares, amigos y autoridades municipales expresaron su reconocimiento hacia la solidaridad de Leobardo al tiempo que expresaron las condolencias a los más cercanos.
La voz de Lorenzo convocó a todos los presentes para colocarse la mano derecha en el corazón y a nombre de la familia emitió el agradecimiento por el apoyo de la comunidad.