Las rejillas de drenaje de Centro de Abasto PIFSAL se encuentran obstruidas, lo que representa riesgo de inundación y un foco de infección.
Comerciantes establecidos y clientes externaron su preocupación por las condiciones en que se encuentran los entramados que cubren los canales de desagüe, en las entradas principales del lugar.
“No solo hay basura taponando, ahí se acumulan residuos de alimentos, basura y desechos de algunos negocios como son: sangre de las pollerías y grasa de los puestos de comida”, comentaron amas de casa.
Los entrevistados añadieron que, a pesar de la presencia de los inspectores de la Dirección de Mercados, no han tomado cartas en el asunto.
“Únicamente hacen acto de presencia, pero en realidad no trabajan, se les puede ver parados sobre la ciclovía platicando sin siquiera realizar recorridos”, asegura un grupo de comerciantes.
Por último, enfatizaron en la necesidad de sanear las rejillas, ya que con las lluvias el agua al no poder ser colectada en los conductos pluviales, corre hacia el interior de la Central de Abastos, provocando anegamientos y caos entre compradores y vendedores.