Yaz González es una habitante de Tulancingo quien dice, no puede dejar de trabajar; tiene tres hijos a los que debe sacar adelante. Ella cocina en su casa y vende lo que elabora en las calles de la ciudad. Advierte, ahora tendrá que tomar más medidas ante la contingencia de COVID19, no sólo a la hora no solo de hacer sus productos que comercializa, sino igual a la hora de salir.

Así como esta mujer, muchas más, al igual que varones que tienen que llevar el sustento en casa. Ejemplo de ello, Mary García, quien los fines de semana pone su puesto de venta de garaje en Santiago Tulantepec y, además, ayuda a las labores de limpieza en una casa, dice que no alcanzó cubrebocas ni gel, “pero me hicieron el favor de regalarme en donde les ayudo cada quince días”

Igual hay varones, como los que se desempeñan en el transporte público, tal es el caso de Ángel Jiménez: “Uso guantes y cubre bocas y más por mi diabetes, debo cuidarme más, no puedo parar porque si no quién lleva el sustento a la casa, tengo dos hijos estudiando”

Lo que les queda claro es evitar un posible contagio de COVID-19, aunque la necesidad laboral conlleva a no poder quedarse en casa, ellos toman precauciones e invitan al resto de la población a hacer lo mismo.

Ellos, son parte de las 124 mil 097 mil personas que se censa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en la región Tulancingo como Población Económicamente Activa (PEA), en Acatlán, Acaxochitlán, Cuautepec, Santiago, Singuilucan y Tulancingo.