CARDONAL, Hgo.- Gabriel es el joven huapanguero que al enterarse de la muerte de su gran amiga y compañera de este baile folclórico en la desgracia de Santiago de Anaya, acudió ante la tumba a bailar.
Desde Querétaro llegó para cumplir su promesa que en vida juntos acordaron: bailar nuevamente juntos.
A ella el huapango que más le gustaba era El Fandanguito y fue el que se escuchó a gran volumen en el panteón de San Miguel Tlaxintla, al tiempo que Gabriel zapateaba.
El polvo de veía levantar tanto que en sus pasos podía verse el amor a esta danza.
Así Gabriel brindó homenaje a la jovencita huapanguera.