Dio inicio la venta navideña en la Central de Abastos de Tulancingo, principalmente en los viveros e invernaderos que desde hace unas semanas comenzaron a vestir sus locales con nochebuenas pues destaca que ya trajeron desde los bosques de Morelos tres especies distintas de pinos para venderlos como árboles de Navidad.
Así lo contó en entrevista Gabriel Vargas, dueño de uno de los viveros más grandes en el Pifsal. Señaló que distribuirán pinos cedrela, pícea y douglas, este último de los más populares por su característico aroma y follaje. El precio de dichos ejemplares varía de acuerdo con el tamaño, pero va desde los 120 pesos y hasta los mil 200 pesos cada uno.
Resalta que los interesados pueden adquirir su árbol con raíz para trasplantarse en una maceta o jardinera; o también pueden comprarlo en tronco, para acomodarlo en interiores. Así, el pino tendrá un tiempo de vida de aproximadamente mes y medio siempre y cuando se rocíe con agua una vez a la semana.
"Esperamos vender unos 300. La gente empieza a comprar cuando iluminan el árbol municipal, es cuando se aviva el entusiasmo.", expresó el comerciante. Además de arbolitos, en los viveros también se venden otros productos de temporada provenientes de diferentes comunidades indígenas de la región.
Tal es el caso de pacas con musgo, que cuestan 80 pesos cada una. Este elemento que se usa como adorno en los nacimientos, es traído por indígenas de las comunidades de Las Lajas o Romeros que lo distribuyen a invernaderos de la Central de Abastos. Lo mismo pasa con el tradicional heno, que se vende por kilo y con el cual se visten arbolitos, casas o maquetas para nacimientos.
Asimismo, artesanos de Acatlán o de Acaxochitlán quienes no trabajan en la formalidad, según refirieron, hacen de la temporada navideña un negocio familiar. Ellos tejen coronas de hojas de encino y construyen casitas de madera para nacimientos. El precio de dichos adornos es de 120 y hasta los 150 pesos por pieza, no obstante, puede llevar hasta ocho horas la realización de cada una de ellas.