Comisariados de 14 núcleos ejidales de Tulancingo, trabajan para reactivar las presas, de hecho, algunas como Las Palmas, Los Sabinos (en el sector Huapalcalco), por mencionar algunas, requieren de intervención inmediata, toda vez que se encuentran azolvadas, y otras prácticamente vacías.
Mientras que en La Lagunilla y Ahuehuetitla ya se observan los trabajos con apoyo del gobierno del Estado y la suma de esfuerzos de los ejidatarios para realizar la rehabilitación y rescate de los vasos de agua de la región.
El comisariado Vicente Martínez dijo que es indispensable tomar conciencia de que, si no se hace algo pronto, los mantos acuíferos en Tulancingo están en riesgo de secarse.
En tanto el ingeniero Ricardo Hernández agregó: “si no logramos que las presas vuelvan a tener agua estamos condenados a sufrir las consecuencias, ya que ellas son las que alimentan los cuerpos de agua”.
El tenerlas ya con líquido, implica que haya alimento para el ganado, pues crecen los forrajes, pero también funcionan como abrevaderos para su ganado y aún hay quienes riegan sus parcelas, además que recargan los mantos freáticos.
Los ejidatarios hicieron hincapié de que algunas presas, como como la que se ubica en San Nicolás Cebolletas edificada hace 50 años y Los Álamos no recibían mantenimiento desde que fueron construidas.
Destacaron que, de acuerdo a estudios realizados, aunque las presas se encontrasen a su máxima capacidad, el tiempo que tarda en llegar el agua al subsuelo es de tres décadas, de ahí la importancia de que se realicen acciones inmediatas, por ello es que han emprendido acciones tanto de manera grupal como ejidatarios pero igual con gestiones ante instancias de Gobierno Estatal.
Ejidatarios de Huapalcalco, La Lagunilla, Ahuehuetitla, El Paraíso, San Nicolás Cebolletas, Zapotlán de Allende, Santiago Caltengo, Acocul La Plama, Laguna del Cerrito, Santa María Asunción, Ojo de Agua, Santa Ana Hueytlalpan y Mimila, formaron un frente común para conseguir un beneficio colectivo, no solo para los agricultores, sino para la sociedad en general.
“Queremos asegurarnos que nuestros hijos y nuestros nietos tengan agua en un futuro y no solo ellos, todos los habitantes de Tulancingo”, expresaron.