En Tulancingo hay 394 mujeres dedicadas a ejercer el oficio más antiguo del mundo: la prostitución, sobre todo en centros nocturnos o burdeles.
Son censadas y controladas con pruebas de sífilis y hepatitis B y C, y de acuerdo con los Servicios de Salud, no se descarta que la cantidad sea mayor.
Hay mujeres que trabajan sobre la vía federal, afuera de hoteles, aunado a las “scorts” (acompañantes) que se anuncian en internet, pudiera ser un problema de salud pública derivado de que estas mujeres no son censadas y carecen de un registro sanitario.
Es decir, en el clandestinaje, por lo que se ignora si cumplan con los requisitos establecidos de contar con un carnet de Salud donde se lleva un control de su estado de salud.
El Bando de Policía y Gobierno de Tulancingo cita en su artículo 203 cita que está estrictamente prohibido el ejercicio de la prostitución clandestina, sin embargo, se ha reconocido, la hay. Hace poco más de un año se detectó un caso en la periferia del Cerro del Tezontle, donde una casa presuntamente, era un centro de prostitución.
El Bando cita que las mujeres ejercerán “en la zona destinada al efecto”, en el 207 del citado documento, se agrega que “no se permitirá la instalación de casas de prostitución, fuera de la zona asignada misma que se ubica al costado derecho del Kilómetro 4 de la carretera Tulancingo-Cuautepec”.
Pero, la realidad es otra, se observan meretrices, en algunos puntos de la vía federal, sobre todo, afuera de algunos hoteles, y también en algunos bulevares como el Emiliana Zapata.
A quienes están registradas, se informó en la Jurisdicción Sanitaria que el año pasado y en este primer semestre no se han detectado enfermedades de transmisión sexual (ETS) en las pacientes, quienes, deben acudir a sus consultas con el fin de llevar su carnet actualizado.
Aunque sí se reconoció que pueda haber clandestinaje por lo que compete a la autoridad local vigilar este oficio en la clandestinidad, más aún si está regulado en el Bando de Tulancingo.