Aumenta el número de pignorantes en las veinte casas de empeño, registradas en Tulancingo; se ven obligados a acudir con el fin de solventar gastos, dicen, por la crisis económica que se vive en el municipio y el resto del país, derivado de la contingencia por el Covid-19.
En entrevista, algunas personas dieron a conocer que han tenido que recurrir al empeño para poder completar las erogaciones del hogar, sobre todo porque tuvieron que comprar lo indispensable.
“Dejé mi anillo, por el cual me prestaron tan solo 90 pesos, ya antes la semana pasada traje mi celular, para poder comprar mi despensa e ir al día”, señaló Cristina quien citó ignorar cuánto tiempo más vaya a durar esta situación.
“El gobierno dice que dos semanas, pero en casa ya no tenemos dinero y no nos quedan muchas cosas de valor por empeñar”, comentó Ciro.
Al realizar un sondeo en estos negocios para conocer el porcentaje en que se ha incrementado esta práctica, los encargados dijeron que por políticas de la empresa no se dan esos datos, sin embargo, es posible notar que el flujo de personas que buscan obtener un poco de dinero, dejando sus prendas en estas casas de préstamo, se ha incrementado en los últimos días.
“Nos están trayendo artículos como televisiones, relojes, electrodomésticos y celulares, es lo que las personas nos dejan para sobrellevar sus apuros económicos”, dijeron los gerentes.
Por último, aseguraron que reciben en prenda todo tipo de aparatos, electrodomésticos, herramientas y en algunos casos hasta automóviles, en prenda, siempre y cuando después de ser revisados, se encuentren funcionando y en buenas condiciones.