De unos tres años a la fecha ha decaído hasta un 60 por ciento la venta de calendarios, que era costumbre que dieran los dueños de negocios o empresas a sus clientes; ahora los pocos que dan algo prefieren obsequiar artículos útiles como bolsas reutilizables (“para el mandado”), lapiceros o hasta en especie.
Los calendarios han pasado de moda y también se debe al poder adquisitivo.
Saúl Pimentel, quien es dueño de una imprenta, considera que en Tulancingo, con esta tradición que se ha ido perdiendo, este giro lo resiente por el poco trabajo que tienen durante esta temporada. Antes, recordó que los empresarios mandaban a imprimir agendas personalizadas y variedad de calendarios, ahora se han dado cuenta que optan por regalar en especie, por ejemplo, un kilo de tortillas o según sea el giro.
Consideró que de un cien por ciento de clientes que tenían para esta época, ahora solo 40 por ciento da un obsequio y reiteró, han cambiado a otros artículos de mayor utilidad.
Los consumidores, citó, se dan cuenta al realizar sus compras durante esta temporada que pocos ya dan el tradicional calendario.