ACTOPAN, Hgo.- Una cueva con 1 mil 700 millones de años existe en la comunidad de Plomosas, donde la modernidad no ha trastocado su entorno, pues toda la alimentación es 100 por ciento orgánica.
Usted se imagina comer tortillas de maíz con nixtamal triturado en molino a mano y cocidas con fuego de leña recolectada, acompañadas de guisados como calabazas, quelites, escamoles, chiles poblanos rellenos o un rico pollo elaborado con salsa de nuez de castilla, pues aquí se puede degustar todo esto y mucho más.
Con cultivos sin transgénicos, ni fertilizantes, un bosque protegido, el pueblo con apenas 450 habitantes debido a la migración hacia otros puntos del país como del extranjero, buscan tener una nueva vida.
Son niños y adultos mayores en su mayoría quienes decidieron quedarse en Plomozas y actualmente buscan tener un negocio rentable, productivo para mejorar su economía mediante la construcción de un parque ecoturístico al que han denominado en Hñahñu Nijamay que significa en español “Iglesia en la Montaña”.
Actualmente, la caverna con 12 metros de altura y 80 metros de ancho es utilizada por un puma como dormitorio o simplemente descanso, “lo escuchamos rugir por las noches, hemos visto su excremento aquí y sabemos que suele visitar esta parte”.
Pareciera inpenetrable la zona ante tantos árboles, así como fauna propia del territorio, sin embargo, pobladores van delante de gruías informando qué hacer para avanzar hasta la cueva de forma segura, así como en caso de encontrarse al puma: “no correr, no gritar, levantar las manos y mantenerse en calma. El felino nunca ha atacado y sabemos que no es peligro para los humanos”.
De acuerdo con el coordinador municipal del Patrimonio Natural Histórico y Cultural José Hernández Cruz dio a conocer que datos oficiales geológicos indicaron que la cueva ubicada a 40 minutos de caminada desde la zona de comida, tiene 1 mil 700 millones de años que fueron emitidos durante la presentación del geoparque de la Comarca Minera “porque todo forma parte de esa cadena montañosa del Real del Monte Pachuca. Somos la Sierra Norte de Pachuca, compartimos esa misma antigüedad, así que somos parte del Eje Neovolcánico transversal”.
Detalló que tres años atrás, en el 2016, un grupo de vecinos de la comunidad mostró a las autoridades municipales la cueva que comenzaron a explorarla.
Aquí se observan estalactitas y estalagmitas que han formado grandes figuras como un guajolote, la silueta de la virgen de Guadalupe, el iris de un ojo, así como una enorme mandíbula del tamaño suficiente para devorar el cuello de una persona que muchos aprovechan para tomar la foto del recuerdo.
“Actualmente ya recibimos turistas con un desayuno, comida o cena escogido por ellos. Eso le ha dado vida a nuestra comunidad y agradecemos su preferencia porque es una buena causa para todos los habitantes de Plomosas”, indicaron vecinos.
Por último expresaron autoridades y vecinos del poblado su compromiso por mantener intacta la zona boscosa, “mantendremos respeto a la naturaleza sin dañarla, porque ella nos está brindando una alternativa de vida y cuidando de ella será como se los agradeceremos”, concluyeron.