TULA DE ALLENDE, Hgo.- Delas 85 viviendas que resultaron afectadas por la inundación de septiembre en el fraccionamiento Rancho San Antonio, la mitad aún están deshabitadas porque no han podido ser reparadas y la colonia entera tiene riesgo sanitario porque tiene el drenaje al aire libre y no se retiran los lodos de las aguas residuales que depositó la inundación.
Ricardo Martínez Martínez explicó que es una colonia que se dejó al olvido, que aunque recibieron algunos apoyos las familias requieren de al menos unos200 mil pesos para poder regresar a sus viviendas.
“Las casas se inundaron por completo, así que tuvieron pérdida total, pero además los daños fueron tales que tuvimos que derribar los aplanado de paredes y techos, porque es insalubre estar ahí y algunas sufrieron también daños estructurales. Y hay quienes también perdieron sus carros. El gobierno federal nos apoyó con diez mil pesos y enseres y despensa pero es insuficiente. Así que hay vecinos viviendo fuera de sus casas porque no tienen el recurso para regresar”, narró.
Y los residentes viven permanentemente con varios focos de infección, refirió, porque el drenaje de la colonia San José que atraviesa el fraccionamiento, se tronó, porque se dañaron dos fosas sépticas. De una solo quedó el hoyo, y ahora las aguas residuales están encharcadas al aire libre
Además, expuso, los desechos que la autoridad sacó de la fosa los dejaron amontonados juntos a las casas. Y no sele dio la limpieza a las áreas comunales y verdes tras la inundación por lo que hay montones de lodos que despide un fétido olor, sin contar que las calles quedaron muy dañadas y que en el fraccionamiento se abrió una grieta desde el río que no ha sido reparada.