La Pasión de Cristo en Tulancingo, congregó a cientos de personas que, destinaron este Viernes Santo, a vivir la vía dolorosa, partiendo desde la Catedral Metropolitana para recorrer varias calles de la ciudad; Viacrucis que presidió el Arzobispo de la Arquidiócesis, Monseñor Don Domingo Díaz Martínez.
Ejercicio piadoso, propio de la Cuaresma, que ayuda, dijo el Prelado, a recorrer con Cristo su camino; y que él nos invita a cargar con la propia cruz, para ser dignos de él. De hecho, en este Viacrucis, participaron varios adolescentes, con ocasión al año dedicado a la Juventud en el mundo, aprobado por la Santa Sede.
Don Domingo emitió reflexiones en cada una de las 14 estaciones, sobre todo enfatizando el rescatar los valores. La devoción, se notó en las calles de la ciudad, por cientos de feligreses quienes caminaron con la imagen de Jesús y de María.