Artesanas de bordado otomí y tenango se ven en la necesidad de rebajar el precio de sus productos, debido a que mencionan que pocas personas valoran el trabajo de este tipo.
María Martínez originaria de Chimalapa, Acaxochitlán y quien toda su vida ha sido artesana, comentó que en su caso los cubrebocas bordados que comenzó a vender en 60 pesos los ha tenido que rebajar a 45 pesos, ya que se les hace caro a los que preguntan el precio.
En este caso, agregó, es un trabajo al que le dedica varias horas durante dos días y es lo que pretenden cobrar, no solo el material.
Acude a Tulancingo a vender su mercancía tres veces por semana y por lo regular quienes le compran, mencionó, regatean para obtener precios más bajos.
También borda blusas las cuales cuestan 250 pesos pues no pagan más.
Aparte del hilo y la tela, concluyó, invierten tiempo, se desgastan la vista y se cansan de la espalda.
DATO
De 60 pesos han rebajado a 45 los cubrebocas