Para concientizar a la feligresía acerca de la importancia del perdón, el Evangelio del domingo 17 de septiembre explicó las enseñanzas para olvidar las faltas de otros, basándose en un pasaje bíblico de San Mateo, por lo que se destacó que se debe perdonar al prójimo cuantas veces sea necesario para liberarse del rencor.
Por ello, se repasó el pasaje del capítulo 18 versículos 21 y 22, en los que Jesús respondió a Pedro que no basta con perdonar siete veces: “En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó, Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces? y Jesús le contestó: no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.
Las Escrituras en general se refieren al perdón de dos formas, la primera es que el Señor nos manda a arrepentirnos de nuestros pecados para procurar su perdón y la segunda nos incita a perdonar a los que nos ofenden o hacen daño, por lo que el discurso explicó que el perdón no debe ser lo que el corazón de cada creyente indique, sino en medida de lo que se haya perdonado a cada uno: “Si se nos han perdonado cosas enormes, debemos tomar conciencia de ello y perdonar a aquellos que han cometido alguna falta en contra nuestra.
Por lo que se instó a los fieles católicos a recordar todo lo que Dios nos ha perdonado para que en la medida de lo posible, seamos condescendientes con los errores de los demás: “Lo que nosotros requerimos perdonar a los demás, se podrá comparar con lo que Dios nos ha perdonado ya, por lo que no conviene detenernos a calcular el daño o las faltas que los demás han cometido en contra nuestra”.
Sin embargo, también se recalcó que perdonar no significa continuar en una situación abusiva o peligrosa, sino soltar el resentimiento para liberarse de malos pensamientos como la venganza.