A pesar de ser poco conocido, la iglesia católica celebra cada 18 de julio a San Arnulfo de Metz, patrono de los cerveceros, el cual cobró fama al promover el consumo de cerveza durante su estadía en Austria, dónde siendo Obispo, incitaba a los ciudadanos a beber cerveza con el fin de evitar el agua contaminada.
Nacido el 31 de agosto del año 582 en Remiremont, Francia, San Arnulfo se hizo Obispo de Metz en Austria con el paso de los años gracias a su formación monacal, por lo que a causa de una epidemia de peste, aconsejó a la población a tomar cerveza en lugar de agua, debido a que los ríos estaban contaminados con cadáveres y basura.
Situación que fue aceptada por la mayoría de los habitantes, sobre todo porque Austria, era un país con gran cultura en la elaboración cervecera; de acuerdo a información difundida por la revista Desde la Fe, el auge de tal acción le valió para que años después de su muerte, fuera considerado como patrono de los fabricantes de cerveza, tradición que se conserva hasta la fecha.
En la actualidad, diversos empresarios cerveceros se siguen encomendando a él para obtener buenas ganancias e incluso los que gustan de esta bebida alcohólica, le rezan para no tener resaca, sin embargo, en diversas ocasiones, la Arquidiócesis Primada de México ha aclarado que este no es un santo que fomente la embriaguez.
Incluso, la historia religiosa indica que en aquella época, ocurrió un milagro con la cerveza, debido a que durante un largo viaje, los fieles se detuvieron a comprar un tarro, el cual tuvieron que compartir debido a la alta demanda, el cual luego de rezarle a San Arnulfo, sí alcanzó para saciar la sed de todos los asistentes.
San Arnulfo falleció el 18 de julio del 641 y fue sepultado en la Basílica de los Santos Apóstoles en Metz, sitio en el que es venerado y en donde se predican las virtudes de la cerveza al ingerirla con medida.