Ante la celebración de Día de Muertos, la iglesia católica recomendó sustituir disfraces que inciten al miedo como monstruos u otros relacionados con la muerte, por aquellos que sean de algún Santo avalado por la religión; esta alternativa se denomina Holywins, (la santidad vence) y consiste además en participar en otro tipo de actividades encaminadas a reforzar los valores cristianos.
El Día de Muertos es una festividad que se ha ido adaptando cada vez más al Halloween, en donde la población normalmente se disfraza de diversos personajes de películas de terror, de entes diabólicos o de aquellos que producen miedo como brujas, zombies, etcétera, por lo que se recordó a la feligresía que este no debería ser un festejo ligado al ocultismo.
La Solemnidad de todos los Santos es el 1 de noviembre y los católicos empiezan a celebrarla desde la noche anterior, por lo que la madrugada del 31 de octubre era llamada la víspera de todos los santos, ‘All hallow’s eve’ en inglés antiguo, abreviado después a ‘Halloween’.
A pesar de que esta celebración no es precisamente del diablo, de acuerdo a la revista Desde la Fe, “Muchos testimonios de personas que practican el satanismo y luego se convirtieron al cristianismo, Halloween es la más importante fiesta para los cultos demoníacos porque es como una especie de cumpleaños del diablo”.
En la actualidad, durante estas fechas, es común observar a los menores e incluso a algunos adultos, vestidos de personajes con caras cortadas, sin alguna extremidad, ensangrentados e incitando a la muerte, por lo que se explicó que de esta celebración podemos adoptar lo bueno, darle un sentido distinto con actividades que fomenten la fe en lugar de la violencia y el terror.
De acuerdo a la historia, se dice que el origen de la frase ‘Dulce o Truco’ surgió de la persecución que se hacía a los católicos en Inglaterra, en donde ellos y sus viviendas eran víctimas de agresiones.