La Coparmex externó su rechazo a la legalización de autos chocolate debido a que representa premiar la ilegalidad, así como un golpe a uno de los sectores más importantes de la economía, el automotriz, que representa 20 por ciento del PIB manufacturero nacional.
Así lo expresó el presidente del organismo empresarial en Hidalgo, Alberto Paredes Dueñas, luego del planteamiento externado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, de regularizar los autos ilegales, durante una gira realizada por la frontera. Lo anterior implica legalizar el contrabando y fomentar la competencia desleal en una industria estratégica para México y gravemente afectada por la pandemia como lo es la automotriz, destacó el dirigente.
Para poner en contexto las implicaciones de esta medida, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo notar que en el mercado nacional se vendieron 428 mil 312 vehículos ligeros durante enero-mayo 2021.
Cifra 19.8 por ciento por debajo de los niveles registrados en enero-mayo 2019. En tanto, la producción total de vehículos ligeros está 19.7 por ciento debajo de los niveles vistos en el mismo periodo previo a la pandemia. La competencia desleal que representa la regularización de “autos chocolate” atentaría gravemente contra la recuperación de un sector clave para el país.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores calcula que ello implicaría una caída de 39 por ciento en las ventas del mercado nacional. “Llamamos a que las autoridades sean las primeras en respetar y hacer respetar la ley y las medidas regulatorias que este mismo gobierno ha emitido.
La regularización de los vehículos que se encuentran en calidad de contrabando sería un duro golpe a la economía y aumentaría la obsolescencia automotriz, México no debe ser el basurero automotriz de ningún país”, recalcó.
En este contexto, Paredes Dueñas llamó a las autoridades a respetar y hacer respetar la ley y las medidas regulatorias que este mismo gobierno ha emitido.
De acuerdo con la postura del sindicato patronal, la regularización de los vehículos que se encuentran en calidad de contrabando sería un duro golpe a la economía y aumentaría la obsolescencia automotriz, “México no debe ser el basurero automotriz de ningún país”.