La Diana Cazadora original permanece en Ixmiquilpan, el director de la obra es el mismo que estuvo a cargo del monumento a la Revolución en Pachuca que data de 1955, cuando Quintín Rueda Villagrán fue gobernador y Adolfo Ruiz Cortines presidente de México. Hoy, con motivo del aniversario luctuoso del revolucionario Emiliano Zapata, autoridades estatales montaron una guardia de honor en el lugar.
Son Nicolás Flores Rubio, Francisco de Paula Mariel y Felipe Ángeles, así como Venustiano Carranza, Francisco I. Madero y Emiliano Zapata los héroes revolucionarios que inmortalizó el arquitecto Vicente Mendiola Quezada, quien también estuvo a cargo de la construcción arquitectónica de la Diana Cazadora que habitan la Ciudad de México e Ixmiquilpan.
La Diana Cazadora tiene gran relación con Hidalgo, ya que cuando la escultura de Juan Fernando Olaguíbel Guanajuato bajo la dirección de Mendiola Quezada llegó al Paseo de la Reforma, 1942, el jefe de gobierno de la Ciudad de México era el hidalguense Javier Rojo Gómez.
Fue trece años después que Mendiola Quezada estaría a cargo del monumento histórico dedicado a la Revolución Mexicana en Pachuca; sin embargo, Hidalgo no es el único estado que cuenta con el legado del arquitecto, también el Estado de México cuenta con diferentes obras que estuvieron bajo su dirección como es el caso de Monumento a los Niños Héroes y el Hemiciclo a Juárez.
El paso de los años llevó a que Soledad Orozco, esposa del presidente Manuel Ávila Camacho, pugnara por cubrir la desnudez de la escultura de "La flechadora de las estrellas del Norte", lo que ocasionó un daño en la escultura. Así la primera estatua de la diosa romana llegó a las calles de Ixmiquilpan en Hidalgo con daños a causa de la censura.
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Luego, un segundo monumento a la deidad portadora de un arco y flecha llegó a la Ciudad de México, cabe mencionar que fue hecha con el mismo modelo que tuvo como base el cuerpo de Helvia Martínez Verdayes, quien ocultó su identidad durante varios años para evitar a los grupos conservadores que existían en aquellos años, tal como la "Liga de la Decencia" que peleó por una vestimenta "adecuada" para la escultura.