Al grito de “que se baje”, “que ya no nos echen mierda” y “queremos solución”, decenas de damnificados de Tula rodeaban la camioneta de Andrés Manuel López Obrador, a su llegada de la Universidad Tecnológica Tula Tepeji.
Esto ocurría sin que los guardias que la rodeaban impidieran que la gente comenzara a rodearla mostrando pancartas que demandaban solución, apoyo, diálogo.
“Bájenlo… bájenlo”, gritó desde el anonimato de la multitud uno de los inconformes.
La unidad finalmente fue detenida ante los gritos de “abran espacio” de los guardias que resguardaban las puertas de la unidad presidencia, de color negro, en la cual López Obrador se mantenía en el lugar del copiloto.
“No te olvides de Tula presidente”, gritaba otro de las decenas de personas que rodeaban la camioneta de lujo, en la que López Obrador se encontraba con la ventana abajo, mirando, tomando los folder que un guardia apenas permitía que le entregara la gente, pues no permitía que se acercara.
“Que escuche a su pueblo”, arengaban otros, mientras que decenas de personas sosteniendo teléfonos celulares grababan lo que se estaba convirtiendo en un retén insorteable, pero que finalmente siguió su camino por el bulevar Universidad, de la ciudad de Tula, rumbo a las instalaciones universitarias donde el presidente tiene una reunión de evaluación para atender a la población afectada.