Que sea una fiesta familiar y que por encima de todo prevalezca la paz y la alegría, fue el mensaje en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles en Tulancingo durante la inauguración de la feria patronal anual en honor a la advocación de María protectora de la Arquidiócesis de la ciudad.
En su mensaje de arranque, el párroco Arturo Jiménez González exhortó a los visitantes a agradecer las virtudes de la Virgen sobre el pueblo tulancinguense, además que hizo un llamado para "mantener la unidad" durante los más de 20 días que dura la feria.
"Es coronar el trabajo que hizo la Santísima Virgen en todas las parroquias de la diócesis y en las foranías. Eso motiva a las personas a regresar en este Año Mariano a darle gracias. Una de las cosas que nos proponíamos era volver a esas manifestaciones de fe y devoción", dijo en una entrevista previa a la primera misa en el marco de la feria.
A esta primera celebración eucarística se dio presencia cerca de 600 personas, abarrotando no solo todas las bancas disponibles, también pasillos y los espacios libres en las capillas adyacentes que están al interior del Santuario. De hecho, incluso después de que comenzó la misa, feligreses siguieron entrando para escuchar el mensaje del clérigo.
En la homilía, el padre exhortó a descubrir el valor y el compromiso que exige alcanzar el Reino de los Cielos, sin dejarse "deslumbrar por bienes materiales o riquezas". Igualmente, recordó que todas las personas tienen valor ante Dios, y que este "se preocupa por nosotros. Todo está en sus manos, es bueno con todos y quiere darnos éxito y felicidad. Ese es el tesoro escondido al cual debemos abrirnos y descubrirlo, dejarnos conquistar por él y que nos seduzca", abundó.
De entre los detalles que sobresalieron y que se anunciaron en esta misa, fue que se colocó el nuevo vitral que reposará en el coro de Los Angelitos, un trabajo hecho por manos hidalguenses y donde se muestra la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles.
Este trabajo fue posible gracias a la cooperación de feligreses que a través de la vendimia de alimentos cada domingo así como algunas rifas, consiguieron los fondos necesarios para la adquisición de esta nueva pieza, mismo que catalogó el sacerdote como "un regalo para la virgen".