En la segunda mitad de noviembre próximo quedará lista la primera etapa del puente atirantado y podrán ya circular los vehículos, estimó el titular de la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SOPOT), José Ventura Meneses Arrieta.
En entrevista con El Sol de Hidalgo el secretario precisó que desde el inicio de la obra, en 2020, se ha privilegiado la seguridad de la misma, así como de los materiales y mano de obra. Además, todo el proceso es evaluado por el laboratorio para descartar fallas.
En esta última etapa del puente atirantado, en Pachuca, trabajan más de 15 ingenieros especializados y 200 trabajadores soldadores y cubren tres turnos. La empresa Freysinnet es la que guía en este proceso.
Actualmente, la obra tiene un avance del 93 por ciento y el siete restante, complementarán con la instalación de los 40 cables, soportados por cuatro mástiles de 80 metros de altura, ya que en estos días se inició con elementos constructivos de sujeción para el tensado del cableado, al tiempo, de equilibrar el peso.
En total el puente soportará tres mil toneladas, más las cargas vivas y muertas, equivalente a más de 10 tráileres con peso.
Respecto al costo de inversión de la obra, que en un inicio fue de 450 millones de pesos, se incrementó 25 por ciento debido al alza de los costos de acero a nivel mundial.
“Nos afectó la pandemia del Covid-19 porque hubo un incremento en materiales pero específicamente en acero; aparte cierran las empresas o redujeron el personal en 70 por ciento y dejan de hacer acero estructural en todos lados. Todo ello, aumentó en 25 por ciento el costo del puente”, dijo.
El puente atirantado tendrá 560 metros lineales y es la obra insignia de la Súper Vía Colosio, complementada con otros cinco distribuidores viales, cuyo traslado es en 17 minutos de norte a sur y de este a oeste, cuando era de 40.
La segunda etapa podría estar a fin de año. Esta es la parte baja del puente, será tipo glorieta con área verde y permitirá 12 movimientos de circulación vehicular.