TEPETITLÁN, Hgo.- Las mil doscientas sesenta hectáreas de embalse que hoy ocupa la presa Endhó, situada en los límites de Tula de Allende y Tepetitlán, alguna vez fue un amplio valle donde existían varios pueblos, iglesias, tierras de cultivo, haciendas y ranchos que quedaron bajo las aguas del río Tula.
Ahora todo es contaminación en la actualidad y dicho recipiente pluvial es una de las letrinas más grandes del mundo.
Sus aguas negras traen enfermedades, problemas ambientales y plagas como el mosco culex, sobretodo en comunidades ribereñas y en estudios realizados por la Conagua se han detectado partículas coliformes.
Además que ahora es considerada como una de las cloacas más grandes del planeta tierra, según organismos internacionales y se ha comprobado que su contaminación también se ha filtrado a los mantos freáticos que surten los pozos de donde se abastece el agua.