En Hidalgo, no es la primera vez que una turba incendia patrullas por incomodarse ante la actuación policial. El último caso ocurrió la noche del domingo en Zimapán, donde los uniformados rescataron de ser linchado a un hombre presuntamente señalado de delinquir.
La furia de los vecinos los llevó a prender una patrulla de la Policía Estatal, unidad comisionada a ese municipio para realizar trabajos de seguridad, y enseguida, un vehículo oficial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
La Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que dicha unidad fue reemplazada inmediatamente para no dejar desprotegida la zona, en tanto la aseguradora se encarga de realizar los trámites para reponerla.
El costo de la unidad no fue precisado por las autoridades, ya que esa patrulla entra en el esquema de la estrategia Hidalgo Seguro, por lo cual, no hay un monto específico para valorar el precio. En cuanto a la unidad de la PGJEH, también será reemplazada, aunque no circula con frecuencia en el municipio donde fue dañada, por lo cual, no afecta los patrullajes.
En 2017, cuando se desató el gasolinazo, pobladores de Ixmiquilpan quemaron patrullas de la Policía Federal, al igual que sus instalaciones.
Después, en septiembre de 2018 hubo dos eventos similares, uno en Ixmiquilpan y el otro en Tepeji del Río, el primero dejó cuatro unidades policiales calcinadas, porque pobladores pretendían liberar a seis personas detenidas.
Aproximadamente un mes después de esos eventos, en Mixquiahuala se registró un enfrentamiento entre civiles y policías, lo que ocasionó que un grupo armado irrumpiera en el cuartel policial de ese municipio y quemara dos motopatrullas, además de causar daños al Ayuntamiento.