Para los fabricantes de uniformes los últimos dos años, marcados por la pandemia del coronavirus, han sido malos, aseguró en entrevista Carlos Islas Reyes, empresario del sector, quien recordó que tras el inició de confinamiento, en marzo del 2019, sus ventas cayeron a cero, caso igual para la producción.
Incluso, el material que tenían en sus talleres como stock está parado desde que inició la emergencia sanitaria que parece no tener fin. Además, en los momentos más complicados de la crisis fue necesario recortar a 50 por ciento del personal debido a que no había posibilidades de pagar salarios.
Frente a este escenario, dijo, el sector atraviesa un periodo complicado debido la incertidumbre que prevalece en torno al regreso a clases. “No hay para motivación para invertir, ni recursos. Por ejemplo, aquí en Hidalgo no van a abrir todas las escuelas y si abren mañana cierran de nuevo, entonces el panorama no se ve claro”.
El propietario de Uniformes la Luz, el cual se dedica a la fabricación de este tipo de prendas desde 2004, detalló que a 17 meses de la pandemia estos negocios trabajan prácticamente para mantenerse a flote con la producción de prendas diversas, “buscamos lo que haya”.
La maquila de mascarillas fue una alternativa que permitió a su empresa tener trabajo en un momento determinado, sin embargo poco a poco este mercado se saturo, pues varios competidores comenzaron a hacerlos. Otra opción que los mantiene a flote es la maquila de uniformes deportivos.
“Nos pagaban a tres pesos los cubrebocas, pero luego ya hacia uno, ya hacia otro, ya había más competencia, sin embargo le buscamos, como decía un amigo, yo le tiro a lo que se mueva, hago publicidad en bordado, uniformes deportivos, sobre todo para seguir sosteniendo al personal que es como una familia”, dijo.
En el caso de su empresa, dijo, el Covid ha dejado una perdida que calcula en unos 200 mil pesos debido a que los gastos no pararon pero los ingresos sí. Es decir, el pago de pago de cuotas patronales, impuestos y salarios tiene que cumplirse pese a que las ventas estén bajas.
Por otra parte, Islas Téllez hizo notar que este complicado escenario se suma la falta de apoyo de las autoridades, tanto a nivel local, como federal. El empresario narró que él fue uno de los solicitantes de los créditos que ofreció el gobierno estatal a las empresas para hacerle frente a las complicaciones de la pandemia, sin embargo, nunca recibió el apoyo.
“Fui a gobierno, decían que iba a prestar un dinero; se supone que yo era el segundo en la lista y nunca me lo dieron”, relató.
Por otra parte, los financiamientos que ofreció el gobierno federal a través del Institutito Mexicano del Seguro Social (IMSS) por 25 mil pesos no fueron suficientes, “a final de cuentas solo queda uno endrogado, yo estuve pagando un año, pero ya no, al final si hacemos cuentas ese dinero ya se los regrese, porque yo pago 15 mil pesos de cuotas bimestralmente al seguro”.
Para Carlos Islas Reyes, el regreso a clases sería lo mejor debido a que activaría la economía y entonces habría trabajo para todos. Él mantiene la esperanza de que llegado ese día, las cosas mejoren.