Desde que llegó a vivir a Pachuca, en 2018, al fraccionamiento Privadas Valle Las Perlas, no le informaron que a lado de su casa estaría la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), desde entonces, sin que ninguna autoridad corrija, convive con malos olores que se agudizan en temporada de calor y fauna que se reproduce en el área.
Hasta una especie de cocodrilo hembra y preñada ha visto Ana Zarate, quien contó su historia como dueña de la vivienda en calle Ónix 154, que tiene como peculiar “vecina” a la PTAR, que se construyó tiempo después de que llegó a vivir a ese domicilio.
“No hay una cerca, no tiene barda y la humedad de lo que vierte se filtra a una pared, todas las filtraciones de la planta se reflejan en el muro. No tiene tapa y los olores son todos los días y más fuertes en tiempo de calor.
“Tlacuaches (al parecer), ratas, víboras, arañas y un lagarto pequeño que estaba preñada”, son parte de lo que vive a diario desde hace años, describió.
La PTAR funcionó bien tres años aproximadamente, informó, cuando personal de la Comisión de agua y alcantarillado de sistemas intermunicipales (Caasim) se hizo cargo de la operación, pero al descomponerse, el constructor, Rosendo Percastegui ya no la reparó y ahora con un oficio pretende justificar que ya la entregó a la Comisión, cuando ésta no la ha recepcionado porque no cumple con las especificaciones.
Este problema añejo no se ha resuelto por ninguna autoridad estatal y municipal, pero tiene la esperanza que en reciente reunión en la Secretaría del medio ambiente y recursos naturales de Hidalgo (Semarnath) se solucione porque en el fraccionamiento no hay drenaje y por eso está la PTAR.
Conforme a la publicación en la página de la cuenta en red digital de Fraccionamientos del Sur AC, hay otras irregularidades que se expusieron de esa unidad habitacional para que intervengan los servidores públicos correspondientes.