El gobierno federal debe impulsar el cultivo del maíz criollo o nativo en México, a fin de que productores tanto de Hidalgo como en el país, dependan cada vez menos del transgénico, expresaron Miguel Ángel García, integrante de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA).

Dijo que actualmente una gran cantidad del alimento se importa de otros países, pero es transgénico e híbrido, utilizando tanto como alimento humano y para engorda de animales.

Como alimento se usa principalmente como complemento en la elaboración de las tortillas, uno de los alimentos básicos de los mexicanos.

Explicó que la entidad no siembra maíz transgénico, sin embargo, cerca de 250 mil hectáreas es dedicada al grano, equivale a 43 por ciento de la superficie total cultivable. De ese total, 61 mil hectáreas son de riego y 190 mil de temporal.

Además, pese a las normas de sanidad, aún persisten las insuficientes evaluaciones que provoca su consumo a largo plazo y muchas veces puede estar contaminado con plaguicida y fertilizantes.

“México debe regresar al cultivo de granos de origen natural y que los químicos utilizados no sean agresivos con la planta y la tierra. Los transgénicos tienen tolerancia al herbicida y produce una sustancia que funciona como insecticida, representando daños en todos los ámbitos”.

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Señaló que hace varias décadas el campo mexicano ha dejado de producir maíz, así como otros granos debido a que se da prioridad a las importaciones de países como Estados Unidos y Canadá, las cuales resultan costosas.

En México hay 64 variedades de maíz criollo, de los cuales 54 son nativos.